35 de Umie, año 198

Anoche tuvo lugar la fiesta en la taberna, y todos brindamos y bebimos a la salud de mis compañeros. La música sonaba, la bebida no cesaba y todos parecían muy felices (incluso Yonhas, por extraño que parezca),

Después de un buen rato de juerga, el capitán se puso en pie y mandó llamar al tatuador mientras otras personas apartaban unas mesas y preparaban unos biombos para que nadie viese dónde se tatuaban la marca.

La primera en entrar fue Escarlata, muy segura de sí misma, pero cuando vio la aguja para tatuar chilló, gritó, pataleó y golpeó al tatuador hasta dejarlo inconsciente. Tuvimos que esperar a que el pobre hombre despertase antes de poder empezar, y mientras la bruja se fue concienciando de lo que iba a ocurrir, así que en el segundo intento se portó mejor y, pese a que volvió a gritar y patalear, se hizo el tatuaje. En cambio lo de Aëstin fue más rápido. Entró sin decir palabra y salió con la misma cara inexpresiva. Y después todos me miraron a mí.

Me sentí muy incómodo con todos esos ojos mirándome tan fijamente. Parecía que me estuviesen recriminando que no hubiese superado la prueba, como si los hubiese decepcionado a todos, y me sentí muy mal. Entonces Jius se acercó.

― Yo l-lo sien…

― ¿Pero se puede saber a qué esperas?-, me cortó.

― ¿Eh?

No entendía nada. ¿Qué se supone que debía hacer? Quizás esperasen una disculpa pública, así que me aclaré la voz, me subí a la mesa y dije:

― Siento mucho haberos defraudado a todos. La verdad es que intenté con todas mis fuerzas superar la prueba, pero las abejas fueron demasiado para mí. Os he fallado y lo siento, pero os prometo que entrenaré duro y conseguiré convertirme en pirata.

Tras unos segundos de silencio se desató una risotada general.

― ¡Jajajaja! ¿Pero de qué hablas, Eglomer? ¿Cómo que no superaste la prueba? ¡Jajaja! ¡Anda! ¡Déjate de tonterías y entra ya, que el tatuador te espera! ¡Que no superó la prueba dice! ¡Jajajaja!-, dijo Jius muerto de risa.

Al parecer la criatura a la que debía derrotar era a la reina, considerando al resto de las abejas como las armas de ésta, y pese a que casi muero, lo cierto es que acabé con ella antes de caer abatido, por lo que SÍ superé la prueba.

Jamás me he sentido tan feliz y a la vez avergonzado en mi vida. Después de tantos años soñando con ello, después de tanto esfuerzo, mi sueño se ha hecho realidad. Hoy puedo afirmar orgulloso que, por fin, soy un auténtico pirata. Cómo me gustaría que Cid hubiese estado presente. Seguro que me hubiese dicho “bien hecho, Eglomer” con una gran sonrisa de orgullo.

Casi llorando de la emoción fui junto al tatuador, que me preguntó dónde quería tatuarme la marca. Me costó un poco decidirme, pues al pensar que no había superado la prueba no había pensado en ello, pero al final me decidí por la parte superior de mi brazo izquierdo, así que el tatuador se puso manos a la obra. La marca tiene este aspecto:


También me anunciaron mi mote: “ojos verdes Eglomer”, cosa que no entendí, pues mis ojos nunca han sido de dicho color, así que les pregunté a mis compañeros.

Me dijeron que durante la prueba, justo cuando lancé mi ataque contra la reina, mis ojos empezaron a brillar con un resplandor verde, y de ahí mi apodo. Por supuesto, Aëstin, que todo lo sabe, me explicó más tarde a solas que ese brillo lo producía mi conexión con Ybuflow.

Ybuflow, como ya sabía, se trata de la materialización de una fuente de energía instaurada por los alados para preservar la vida del planeta, y además posee consciencia propia. Lo que ignoraba era que entre la espada y yo se podía llegar a formar un vínculo en el cual su fuerza y la mía se convierten en una (a esto es a lo que Aëstin llama “conexión”), y uno de los efectos que tiene sobre mí es ese cambio de color de ojos.

― Esos mismos ojos fueron los que consiguieron derrotarme en la Wind Island-, dijo el semidragón,- pero en aquel entonces pensé que se trataba de un error. En cambio, ahora Ybuflow ha demostrado que está dispuesta a cederte todo su poder, pero para ello tendrás que buscar la forma de mejorar tu conexión con ella. Es tu responsabilidad.

Bueno, pues tendré que buscar la forma de mejorar la conexión. Quizás si le canto todos los días… con las plantas dicen que funciona.

Después de tatuarnos y de recibir las felicitaciones de todo el mundo nos dijeron que debemos pensar cuál va a ser nuestra bandera pirata, así como el nombre del barco, ya que son “elementos indispensables para cualquier pirata que se precie” (palabras textuales de Yonhas). Tendremos que hacer una reunión de emergencia para decidir esto, y a ver cómo nos las apañamos para avisar a Zippo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué vergüenza!, eh ojos verdes? ;)
Enhorabuena, Eglomer, todos sabíamos que te lo merecías :)

HIP HIP (NO ES HIPO, KIERO Q CONTESTÉIS... HURRAAAAAA!!!!!)
HIP HIP!!

Nemârie dijo...

HURRAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!

Por cierto... yo ya sabía que había pasado la prueba, que lo sepas! :P

Eglomer dijo...

HURRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!

Tú siempre lo sabes todo, Nema :P

Saludos!