El Misterio del Tesoro Submarino (5)

CAPÍTULO 5
MANÉ

Llegamos al aeropuerto de Madeira. Allí nos esperaba el amigo de Estela.

- Hola Eztela. ¿Cómo eztaz? Cuanto tiempo dezde la última vez que noz vimoz.

- Hola Mané. Yo estoy bastante bien. Estos son: Rubén, mi hermana Miriam, su novio Martín y el hermano de Martín...

- ¿¡Fermín!?-. Dijo Mané intentando adivinar el nombre de Alex.

Todos nos reímos. Excepto Alex que se quedó un poco mosqueado.

- No, Alex-. Dije riéndome.- ¿De qué nombre viene Mané?

- ¿Y porqué ceceas?-. Preguntó Alex.

- Mi nombre completo ez Enmanelito del Arco Zantiago y ceceo a cauza de una “pneumonoultramicrozcopiczilicovolcanoconioziz”.

- ¿Una pneumono... qué?-. Preguntó Miriam.

- Aclarando: una enfermedad producida por el humo de la lava de un volcán.

- Ezo ez Eztela.

Después de descansar un poco Mané nos enseñó lo esencial del submarinismo y durante el resto del día y de la noche nos estuvimos conociendo mejor, nos intercambiamos direcciones y luego nos fuimos a dormir a las camas que nos preparó Mané.

Al día siguiente, cuando nos íbamos, Mané nos preguntó:

- Zolo por curiozidad, ¿para qué queréiz loz trajez de buzo y el barco?

- Turismo-. Se le ocurrió decir a Rubén que fue, como siempre, el primero en reaccionar. Pero funcionó.